sábado, 30 de octubre de 2010

AMPARADO

En días pasados, tres agentes, al parecer de la Procuraduría General de la República, llegaron a mi domicilio a buscarme.
Eran como las 9 y media de la mañana y yo no estaba en mi domicilio, pues me encontraba trabajando en el taxi. Fue una vecina la que me dio los detalles.
Preguntaron por mí tras tocar con insistencia en la puerta, señalando que venían por un problema de terrorismo de España. La vecina decía no saber nada, lo cual es completamente cierto pues apenas hablo con ella y no creo le interese mucho el problema vasco-español ni lo que yo haga o deje de hacer.
Le preguntaban si veía entrar gente a mi departamento y cuándo llegaba o me iba e incluso le enseñaron una foto mia en una máquina digital; al final, tras las contínuas negativa de la señora y de esperar un rato, se marcharon.
Desconociendo el motivo de la visita y sabiendo la necedad de los españoles, hablé con mi abogado quien me tramitó un amparo, el cual ya cuenta en mi poder.
Esto fue el pasado martes 26 y hasta la fecha no han vuelto, lo cual me hace suponer que que la visita era prácticamente de cortesia, como digo yo. Es decir, llegan para saber lo que estoy haciendo y es que hace poco más de diez años también me visitaron. Entonces se obstentaron como agentes de gobernación y debo decir que se portaron con gran corrección, me pidieron sarme fotos, a lo cual no me negue en absoluto.
De hay, mi suposición de que está visita era algo similar dado los tiempos que corren. Se quieren asegurar de que lleve una vida decente, como siempre la he llevado, pues nada tiene que ver una ideología con la delincuencia, por más que el Estado español pretenda confundir las cosas y a todo el mundo.
Los supuestos delitos cometidos en España, fueron hace treinta años, lo que significa en México que deben estar prescritos, por lo que no hay unanimidad entre las leyes de ambos países y es que en España también deberían estar prescritos, pero están los fascistas descerebados que se empeñan en hacer sus propias leyes, considerándose mártires, cuando los mártires son nuestra gente, que dicen abrir los expedientes y... desde entonces vuelve a contar el tiempo. ¡Absurdo!
Por lo demás, como siempre lo he hecho, me dedico a trabajar y a ser un ciudadano mexicano (no tengo nada de español), como cualquier otro, participando un poco más en su vida cotidiana.
Cualquier delito que me quieran achacar tan sólo puedo ser por escribir y escribir en México no es delito. Tengo derecho a la libertad de expresión pese a quien pese y así lo ha llegado a manifestar el propio presidente de México y lo ampara la constitución.
Así pues, será un placer recibir a cualquier autoridad que venga a visitarme y si no me encuentran es porque evidentemente no estoy, tan sólo tienen que volver en otro momento sin preguntar a la vecina cosas que a todas luces ignora y que para lo más que puede servir es para pasarme algún recado de cuándo van a volver.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Caramba, Luis Miguel! Ha sido una sorpresa para mí encontrarte en la red. Te conocí de niño y algo de joven, pues era vecina tuya en la calle del Puerto. Me acuerdo perfectamente cuando murió tu madre, tan joven,y a tu abuela, la buena Marcelina, friendo las patatas que luego vendía en la playa. Tu padre, que marchó enseguida de enviudar, también fué una buena persona, siento su fallecimiento. Lo que tengo que decirte es que es una lástima que no digas toda la verdad. Tu colaboraste en un gravísimo delito,el asesinato de un militar, director del economato, cuyas única culpa era pertenecer a ejército español, pues su trabajo era meramente administrativo. Por ese delito, hoy prescrito, aquí y allá, no has pagado ni un día de pena. Además, trasmites en tu blog una situación completamente falsa de lo que es el Pais Vasco,en el que disfrutamos de todas las garantías democráticas de la vieja Europa. Te has montado para tu satisfacción una novela de país invadido por españoles y franceses, cuando serías tu mismo un invasor, hijo y nieto de españolas, al menos. Nunca te oí hablar en eusquera, no por imposición, sino por circunstancia natural. De haber vivido aquí, tendrías todos los derechos por los cuales clamas desde tu exilio voluntario. El hijo que tuviste aquí, hoy un hombre, habla eusquera perfectamente y tiene una vida plena de derechos. Deja de calumniar y enfréntate a la realidad.
Este comentario va como anónimo, pues al contrario de lo que tu cuentas, aquí tenemos la represión de los fanáticos que atemorizan a quien les discrepe de su absurdas e interesadas teorías.
Saludos.

Torero dijo...

¡Joder! Pues has de ser más vieja que la isla de Santa Clara para acordarte de cuando murió mi madre. Con razón chocheas.
Vamos por partes.
Marcelina era mi tia, hermana de mi abuela y con las cuales me crié. Las patatas no las hacía ella, sólo las vendía en la Concha y mi padre vivió en Puerto hasta que se casó y se fue, nos fuimos, a Eguía. Por supuesto que era una buena persona, lo mismo que yo ¿O me viste hacer algo malo al margen de ETA, lo que por supuesto, sólo es malo para gente como tú. Y conociendome te preguntaría ¿Cómo es posible que te pongas contra mí si sabes que era un joven bueno, como toda mi familia?
No sé a qué verdad te refieres, pero te puedo asegurar que decir la verdad es lo que más me gusta y simpre estoy del lado de ésta, de ésta y de la razón.
¿Y tú me viste colaborar en lo que dices? Por un lado, por otro ¡Conocías tú a ese militar que dices? y por otro más, ahora resulta que todos eran buenos, los de ese lado claro, desde Carrero Blanco pasando por Manzanas y hasta los más fieros torturadores.
Dices que no he pagado ningún día de pena ¿Te parecen pocos 30 años? Mientras que tú andas tranquilamente en mi país yo tuve que adaptarme a uno extranjero que ni nos quieren como españoles y con justa razón, te aseguro que son treinta años de sufrimiento por no poder ir a mi país, así que bastante he pagado si es que debía de pagar algo. Te preguntaría si han pagado los asesinos de los numerosos hermanos como Tomás Alba, Gladis del Estal o de mi amigo Santos Blanco, entre otros muchos.
Yo se que vivís una situación democrática, faltaba más, pero los españolistas, por que los vascos, los que luchan por una Euskal Herria independiente, terminan torturados o en la cárcel ¿Es mentira? Porque si dices que es mentira es que vives en babia.
Te digo que chocheas y digo bien ¿Sabes qué es invasor? Mi madre llegó a Euskal Herria con 4 años y su hermano con 2, éste tio, siendo español de origen, era más vasco que otro de ascendencia vasca por los cuatro costados, así que aclarate. Yo no hablé vasco, aunque en mi casa se hablaba, conocerías a Patxi y a Mariano, su padre, supongo, sin embargo hablarlo era poco menos que un delito, en la escuela te tomaban por burro,la madre de mi hijo tampoco lo hablaba y es vasca, si hoy mi hijo lo habla es gracias a muchos que lucharon para que todo vasco llegase a hablarlo. Y yo soy hijo de vasco y vasco de nacimiento, y soy vasco porque luché por la libertad de Euskal Herria ¿De acuerdo?
Mi exilio voluntario, pues sí, puedo estar en la cárcel en donde tendría los derechos de cualquier preso y los derechos que yo reclamo son una Euskal Herria libre, que es el único derecho que tenemos todos los vascos.
Allá la única represión que hay es la que lleva el gobierno español, a ti por escribir esto no tepasa nada aunque pongas quien eres, lo que en realidad no me interesa, veo lo que eres y me das pena. A mi si me agarran por escribir este blog, que no dice gran cosa, me meten en la cárcel si me agarran allá.
En fin, te mando un afectuoso saludo y comprendo a tu edad tu deteriorado estado mental.
PD. Se me olvidaba y por si hay confusión, este blog lo escribo yo, luis Miguel Ipiña Doña.
Haciaeuskalherrialibre lo escribe koldomikel, que aunque significa lo mismo está en distinto idioma. ¿O alguna vez oiste que alguien me llamase así.

Anónimo dijo...

PUES A LUIIS MIGUEL LO AGARRO LA PGR EL 20 DE MAYO 2011 Y LO METIO PRESO POR HABLAR DE LAS INJUSTICIAS EN MEXICO. LE SEMBRARON ARMAS DE FUEGO PARA QUE SU CASO LO REVISARA LA SIEDO

libro dijo...

me ha encantado espero que os guste el mio