martes, 26 de julio de 2022

DESAPARECIDO.

A Omar Cerecedo Uribe, lo conocí en el Euskal Etxea de México (Centro Vasco) Era un joven entusista, amante del frontón,ejercía de periodista aficionado y su profesión era la de abogado. Escribió el libro: Hablemos de Frontón cuya presentación la hizo en la misma Euskal Etxea con una nutrida asistencia, un libro por demás interesante para los amantes de éste deporte, donde Omar nos muestra su gran amor al frontón, así como su conocimiento de él. Entre nosotros surgió una gran amistad. Él me regaló su libro firmado, luego yo le correspondí con el mio de Exiliados Vascos, libro en cuya presentación participó Omar, haciendo un bonito comentario. Como abogado tomo la defensa de al parecer lider de un cártel del narco, detenido en Guatemala y que se hizo famoso con su detención, apodado "El Cachetes". Por esas fechas, Omar acostumbrababa los sábados a jugar squash, con famoso periodista en México y un antiguo ex futbolista, internacional por México y alguno más. Después de jugar iban a comer a un restaurante. Un par de sábados, creo que fueron, me pidió le hiciese de chofer, pues bebía a veces demasiado, así lo hice, la primera vez me pidió que comiese con ellos, así lo hice, después de comer llevamos al periodista a su casa, por el camino le pregunté al periodista si no veía peligroso que Omar anduviese defendiendo a esa gente. La respuesta fue que ya se lo había dicho, Omar respondió que no había problema. Fue en esos tiempos cuando el nombre de Omar apareció en el prestigioso diario: "El Universal" y para nada bueno, conocida periodista de la nota roja del mismo diario, lo acusaba de haberla amenazado de muerte, escribiendo la supuesta amenaza. Preguntado a Omar, decía que no era cierto, él se despidió en una charla sobre el Cachetes, diciéndole: ¡Vete con Dios! Costumbre que tenía al despedirse de la gente y ella se lo tomó como si la estuviese amenazando.Es lo que decía Omar respecto al tema. Pasó el tiempo, el tema del periodico parecía olvidado y quizá lo estuviese. En Mëxico las desapariciones están a la órden del día. En ocasiones encuentran fosas con cadáveres o lo mismo encuentran tambos donde numerósas personas han sido deshechas con acido, no quedando ni los huesos de ellas. Quién sabe lo que sucedió con Omar, el caso que un día me informan que ha desaparecido, han pasado los años y de él nada se sabe, lo seguro sin duda, es que por el motivo que sea, lo desaparecieron. Estaba casado y tenía una hijita de tres años, era su pasión, había salido en un anuncio de televisión y no se cansaba de decir que la niña era su hija. La mujer estaba embarazada de unos meses. Familiares recurieron al periodista, la respuesta fue categórica, él no podía hacer nada y nunca más hablo de su amigo y cmpañero de juego. Vaya desde aquí mi más sentido pésame por este amigo desaparecido dentro de esa violencia sin límites que todo mexicano de bien desea que acabe de una vez y que parece no tener fin.