jueves, 21 de enero de 2021

COVID 19

Es curioso. A todo el mundo le ha dado por hablar del covid, pero esto no es lo curioso sino el hecho de tanta gente que se ha puesto a opinar, sin al igual que yo, no tener la más mínima idea de medicina. Así de repente vemos especialistas en este tipo de enfermedad, contagio o pandemia, que te dicen cómo se cura la enfermedad, de dónde viene y por qué y qué sí y qué no hacer. Yo, que como bien digo soy un ignorante en la materia al igual que esas manadas de científicos salidos de repente de la nada y con espíritu científico aunque jamás hayan leído un libro de medicina ni de epidemias; no voy a entrar de lleno en la enfermedad, pero sí quiero manifestar algo real y comprobado para lo que sólo basta ver sin necesidad de ser un erudito en la materia. Por un lado vemos como de repente se organizaron grupos no muy normales llamados negacionistas, en Madrid fueron capitaneados por un ser de igual modo no normal, conocido como Miguel Bose. Las autoridades sanitarias nos dicen lo que hay que hacer para evitar contagios y curiosamente los grupos de negacionistas les tratan algo así como de dictadores criminales y luego por si fuese poco les echan la culpa de que la pandemia avanza. Al margen de estos descerebrados negacionistas, están la multitud de jóvenes que se piensan que ellos están inmunes a la mortal enfermedad y desoyendo a las autoridades sanitarias hacen sus fiestas sin mascarilla ni precaución alguna.Aquí en España, los que velan por la salud de la población y a los que descerebrados consideran dictadores tienen un nombre en México otro; pero es la misma cantaleta. Aquí tan sólo he conocido a un amigo contagiado quien estuvo 15 dían entubado en el hospital. Afortunedamente ya está en la calle, pero la experiencia vivida ha sido terrible. En Máxico la situación es peor. En el edifició donde tengo el departamento y vivía ya murió un vecino y hay varios contagiados, pero lo que ma ha traido hasta aquí es na triste historia que por días me ha hecho derramar las lágrimas. Vean la foto que publíco. Como bien se puede apreciar una familia feliz como debían serlo todas. El niño tan sólo once años. De repente los padres se contagian y son hospitalizados y entubados. La situación es grave. Días después de angustia la madre fallece, como es lógico el niño no para de llorar desconsoladamente. El padre sigue entubado luchando por la vida. Una enfermera que ni es Dios ni la Guadalupana sino simplemente un gran ser humano, le da al niño su número personal de teléfono para que la llame y así saber del padre. Pasan cuatro dás desde el fallecimiento de la madre. El niño llama al teléfono de la enfermera, ésta se lo pone en la oreja al padre quien escucha hablar a su pequeño, será la última vez que oiga su vocecita, al rato fallece y así en cuatro días el pequeño se queda sin padres. Sin duda que tristes historias como ésta habrá muchas pues son miles de fallecidos los habidos. El uso de mascarilla y otras medidas como fiesta y demás, no son una imposicion dictatorial ni fascista sino medidas sanitarias para el bien conún y tratar de parar este maldito virus.El uso de la mascartilla es la ejor defensa que tenemos contra la pandemia, al margen de la vacuna que todavía no está funcionando como deve. ¡A cuidarse toca!

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