domingo, 5 de enero de 2025

A D I O S A M I G O P I P O

Cuando un amigo se va para siempre, sin duda que es un gran golpe; pero... ¿quién era mi amigo Pipo? Lo conocí hace cinco o seis años, cuando volví de México. Fue un día cualquiera en el que tenía que moverme no me acuerdo a dónde, me lo trjo otro amigo, ya que Pipo tenía coche, me llevó al lugar que tenía que ir, pero lo que menos me imaginaba que aquel hasta entonces desconocido, se iba a convertir en un intimo amigo y en gran comodidad para mi, evitándome grandes molestias. A partir de entonces Pipo fue poco menos que mi chofer, todo el tiempo que me vi en la necesidad de andar con muletas, lo que nunca aprendí, más todas las veces que tenía que ir a hacerme curas del pie y que fueron la friolera de tres o cuatro años, tres veces por semana: lunes, miercoles y jueves; el bueno de Pipo me iba a buscar a Pasajes Antxo, lo esperaba en la esquina de Zumalakarregui con Blas de Lezo, ahí me raogía paras llevarme al ambulatoria de Eguía, donde me hacían las curas, me esperaba en un bar y de nuevo me regresaba al mismo lugar. Al parecer estaba yo en las últimas cuando llamaron a mi amigo y junto a Pipo se fueron a las doce o una de la noche a despedirse de mi si ya me iba, cabe decir que siempre que estaba ingresado Pipo me subía al hospital y ma bajaba a casa cada vez que recibía el alta. Numerosas veces, como comidas de amigos en restaurante o en la sociedad siempre estaba con Pipo así como en cumpleaños. Tenía por costumbre de vez en cuando de decir que yo les iba a enterrar a todos, yo le respondía que no quería pues era el más viejo.Como por noviembre se fue de vacaciones con el imserso, lo cual acostumbraba, a Malaga, días después de que volvió el amigo me dijo que le hablase por teléfono a Pipo, que al parecer estaba mal. cuando le hablé me respondepara decirme que estaba ingresado en el hospital, en cuanto puede subí a verlo y así lo hice varias veces, muy pocas para lo que se merecía. Le tenían que hacer unas pruebas en el edificio que ven lo del cancer y tras esas pruebas lo mandarian a casa, cuando subí la primera vez no sbía cuando le harían las pruebas, por fin un día me dice que ya le iban a hacer las pruebas. El día que le iban a hacer las pruebas subí a verle y me encontré con su hermano en la habitación, esperaba en un rato lo traladaran en ambulancia al edificio apropiado. Supuestamente le iban a traladar a las 13.30, su hermano y yo ya quedamos que nos iriamos cuando lo fuesen a buscar; pero eran como las 12.30 cuando aparecieron una auxialers y dijeron: "Ya nos vamos" así que me despedí de Pipo, en ese momento sentí una angustia en el cuerpo, pero me tranquilice pensando que ya al día siguiente se iba a casa, ya faltaba poco para volver a ver a Pipo en la calle. Salimos de la habitación y me despedí de su hermano. Al día siguiente estaba en casa pero todavía no salía,como tres días después tuve cita en el ambulatorio al salir me junté con el amigo y le pregunté por Pipo, si no salía, pues siempre que iba al ambulatorio salia para tomar algo. me responde el amigo que Pipo estaba otra vez ingresado, que lo habían subido grabe el día anterior, desde entonces fueron momentos de angustia pues no le podía ver hasta que un día me dice el amigo que Pipo se está muriendo y que estaba en como, desde entonces fueron hora de anguustia esperando lo peor y lo peor llegó, el día 23 como a las nueve de la mañana recibo en el celular la forto de Pipo con el pásame. A la tarde fuimos al tanatorio dónde por última vez vi al querido amigo ya fallecido. al día siguiente fue la despedida en el crematorio. Pero Pipo no sólo fue generoso conmigo, era un hombre de gran corazón defensor a ultranza de los inmigrantes para los cuales hacía esas cenas solidarias que se hacen para ellos. Sirva esto como mi pequeño homenaje para ese amigo inolvidable que tanto me dio y que sobre todo me dio su amistad. Descanse en paz mi querido Pipo. nunca te olvidaré.

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