sábado, 7 de marzo de 2020

ADIÓS CIGARROS

Y llegué al objetivo puesto hace ya mucho tiempo. Era un seis de marzo del 2.000 si mal no recuerdo un martes. entonces fumaba yo dos cajetillas diarias de cigarros, todo intento por dejar de fumar me había resultado un fracaso, este era tanto que había decidido morir fumando antes que vivir sin fumar.fue unos días en los que iba conduciendo y de repente empezaba a ver como rayas negra a tal grado que tenía que estacionarme de inmediato porque prácticamente me quedaba ciego. Fui al oculista y tras examinarme con los aparatos me dijo que se debía al cigarro y que o dejaba de fumar o corría el riesgo de quedarme ciego. Ante dicho diagnostico salí del oculista con la firme idea de dejar el cigarro pero cómo dejarlo, eh aquí el grave problema. Decidí hacerlo poco a poco y así conseguí fumar hasta cuatro cigarros en un día, todo un éxito, pero esto duró poco y a los días ya estaba con las dos cajetillas de nueva cuenta. Por entonces un actor de telenovelas anunciaba un líquido con el que dejabas de fumar, te enjuagabas la boca y ya no podías fumar, compré el líquido y era curioso pues efectivamente te enjuagabas la boca y no eras capaz de dar tres chupadas seguidas a un cigarro y lo curioso que toda la comida o hasta el café conservaban su gusto, pero claro, se pasaba el efecto que no duraba mucho y ya estabas fumando igual. Otro anuncio contra el fumar que empezó a aparecer en la televisión eran unos parches, pero a esto ni caso, ¿cómo unos parches van a hacer que dejes de fumar? absurdo, estaba claro que mi destino era ese, morir fumando. Aquel 6 de marzo entré, sin el más mínimo pensamiento del dejar de fumar, en una de las grandes tiendas de la capital mexicana, en Comercial Méxicana. Andaba tranquilo por la tienda cuando llegué al área de farmacia y allá, tras una vitrina vi las cajas, parches para dejar de fumar, y de repente me dije ¡y si lo intento! Era un tratamiento según explicaba en las cajas siete parches a ponerte uno por día, luego otra caja de otros siete, luego una de seis y luego otra de cuatro. Decidí probar fortuna me compré una caja y comenzaría a ponerme los parches al día siguiente. Así lo hice,fumé aquella tarde lo que pude,al levantarme al día siguiente me puse un parche y aguante tranquilo sin fumar todo el día, también tenía suerte de que no coincidía con ningún fumador, pero pasó el segundo día y de nueva cuenta ningún cigarro al llegar al séptimo parche y visto que no había fumado nada, me dejé el parche otros dos días y ya dejé el tratamiento para llegar el día de hoy a los veinte años sin dar ni una calada a un cigarro. No tengo dudas de que los parches me ayudaron pero tampoco de que éstos hacen todo. Por desgracia no es como se dice los primeros quince días, estuve a punto de caer por mi cumpleaños ¿Y si fumo un cigarro como día especial? tuve el cigarro apunto de prenderlo y me jugué la decisión de hacerlo o no con una moneda, cara no lo fumaba cruz sí, afortunadamente salió cara, otra fecha que pensaba romper la abstinencia era cuando se cumplía los años de haber dejado el vicio, los 7 de marzo. A medida que pasa el tiempo se te va haciendo más fácil olvidarte del cigarro pero por momentos, sobre todo cuando ves a alguien fumar, se extraña el cigarro. Hoy habiendo pasado por todo lo que he pasado con el corazón parece un hecho que de haber seguido con las dos cajetillas de cigarros estaría yo muerto. dejar de fumar fue lo mejor que puede hacer y estoy muy satisfecho de ello.

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